¿Qué posición es la adecuada para dormir mi bebé?
LAS DOS RECOMENDACIONES MAS IMPORTANTES A TENER EN CUENTA
1ª- MEJOR BOCA ARRIBA
Una de las preocupaciones más comunes de las madres primerizas es cuál es la manera correcta de acostar a dormir a sus pequeñines durante las primeras semanas de vida.
Durante los primeros cuatro meses de vida, los bebés no pueden cambiar de posición al dormir tal como lo hace un adulto, ya que carecen de la capacidad para realizar movimientos coordinados que les permitan voltearse de un lado a otro.
Hace algunos años se creía que la mejor posición para dormir a los bebés era boca abajo por diversas razones.
Actualmente la recomendación por todos los organismos mundiales de salud es que los bebés deben dormirboca arriba durante los primeros meses de vida.
Igualmente especialistas pertenecientes a la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria sostienen que durante los primeros seis meses de vida, lo más recomendable es acostar al lactante boca arriba.
Incluso aseguran que esta posición denominada decúbito supino es más segura que colocarlo boca abajo o de lado.
La posición de dormir boca arriba ayuda ha reducir un 50% el riesgo del síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL). El SMSL es el fallecimiento repentino e inesperado de un bebé menor de un año por causas no aparentes.
Salvo que el pediatra recomiende que el bebé duerma boca abajo, todos los bebés deberán dormir boca arriba.
Pero… ¿ Qué ocurre cuando los bebés duermen boca arriba?
Una consecuencia de que los bebés duerman boca arriba es que se han incrementado los casos de plagiocefália posicional.
Este trastorno consiste en el aplanamiento de una región del cráneo, concretamente la región del hueso occipital (posterior), debido a la acción de una fuerza mecánica, en la mayor parte de los casos, por la presión que ejerce la cabeza sobre el colchón.
¿Cómo podemos evitar que nuestro bebé sufra plagiocefalia posicional?
Para intentar prevenir la plagiocefalia posicional las soluciones pasan por ;
Cambiar de posición de la cabeza después de cada toma.
Colocar objetos, música, sonidos..cualquier cosa que haga que el bebé pueda cambiar la posición de la cabeza hacía el lado contrario donde sufre plagiocefalia.
INCORPORAR AL BEBÉ. Incorporando al bebé se reduce considerablemente la presión que ejerce la cabeza del bebé sobre el colchón.
2ª INCORPORAR AL BEBÉ
EVITA LA PLAGIOCEFALIA
En la posición horizontal, la fuerza de la gravedad, perpendicular sobre la horizontal, ejerce una presión de la cabeza en el colchón que siempre recae en la misma zona, al incorporar un poco al bebé estamos poniendo en practica una ley física muy conocida en esta disciplina, la 2ª Ley de Newton.
Esta ley dice, en un lenguaje no muy científico, que la fuerza ejercida en un plano inclinado se divide en tres vectores, por lo que la presión ejercida por cabeza sobre la superficie de apoyo, será mayor o menor en función de los grados de inclinación. Por tanto, al estar incorporado mediante la cuña, la cabeza ejercerá menor presión , reduciendo el riesgo de padecer plagiocefalia posicional.
INCORPORADO MEJORA LA RESPIRACIÓN
Mejora la respiración. Una buena respiración siempre es bueno para el desarrollo pulmonar. Al estar incorporado favorecemos que esta sea más fluida, así mismo, si se añade una cuña anatómica que incline un poco la cabeza hacía atrás, abriría las vías respiratorias superiores facilitando aún más el flujo de aire
MEJORA LA REGURGITACIÓN
Colocamos el esófago del bebé por encima del estomago , reduciendo considerablemente los episodios de regurgitación. El 80 % de los bebés tendrá algún episodio de regurgitación en los primeros meses de vida y un tanto por ciento muy reducido de estos bebés padecerá lo que se denomina reflujo gastroesofágico. En estos casos el pediatra indicará semi incorporar al bebé en la cuna.
SEMI INCORPORADO REDUCE EL RIESGO DE OTITIS.
La otitis es una de las patologías más frecuentes en las consultas de los pediatras. Por lo general es por causa de pequeños catarros que generan mocos y que por estar el bebé tumbado horizontalmente facilita el desplazamiento de estos hacía el conducto auditívo. Si incorporamos al bebé conseguiremos que el moco no se desplace hacía este conducto, evitando una posible infección.
UNA COLOCACIÓN CORRECTA DEL HÍGADO
El hígado es el órgano interno más grande de un recién nacido. Aunque no existen estudios al respecto, el hígado en la posición horizontal puede desplazarse hacía la pleura y en mayor o menor medida podría dificultar la respiración del bebé. Al estar incorporado, el hígado caerá a una posición natural sin ejercer presión sobre la pleura y por tanto sin dificultar la respiración.
FACILITA LA EXPULSIÓN DE GASES
La tendencia de los gases es siempre subir hacia arriba. En la posición horizontal los gases presionarán siempre sobre el abdomen sin tener una escapatoria de una salida que esté por encima de este.
Si el bebé esta incorporado, la boca que es la salida natural de los gases producidos en el estómago, facilitará la expulsión y los gases tendrán una escapatoria y favoreciendo su expulsión de una manera más natural.
Por otro lado, cuando un bebé padece de gases, nuestro pediatra o enfermera nos recomendará dar masajes al bebé flexionando las piernas del bebé y llevando las rodillas al pecho reiteradamente. La explicación lógica a este sistema para hacer que el bebé expulse gases es porque el ser humano debe sentarse para evacuar intestinos y expulsar los gases. Cuanto más cerca estén nuestras rodillas del pecho más fácil conseguiremos nuestro objetivo.
Debido a esto, posicionar al bebé con las rodillas un poco elevadas facilita,de esta manera, la expulsión de gases por el esfínter anal.
EVITA LA REHINALACIÓN DE CO2
Últimamente existe una preocupación por la reinhalación del CO2 expirado por el bebé porque se considera un factor externo de estrés, que junto con otros, lactante vulnerable, en el periodo crítico del desarrollo entre los 2 y 4 meses, hacen que aumente el riesgo de SMSL. A pesar de ser una teoría y no tener pruebas que confirmen esta, la tendencia es a evitar situaciones que puedan considerarse desencadenantes y que están en la mano de los padres intentar evitarlas y de las marcas con la fabricación de productos que ayuden a este fin evitarlas.
El CO2 es un gas que pesa un 50% más que el aire y por tanto, por efecto de la gravedad tienda a caer.
En una posición horizontal el bebé exhalará el CO2 que quedará acumulándose sobre la superficie del colchón. Algunos colchones son más transpirables que otros. Tardarán más o menos tiempo en disipar este gas en función de la capacidad de transpiración de los materiales.
Si el bebé está inclinado, el gas caerá hacía la zona más baja, dejando libre totalmente la zona de respiración del bebé por lo que tendremos la seguridad de que nuestro bebé no reinhalará el CO2(Concentración de CO2 en aire limpio <0.03%) exhalado por su propia respiración.